IEMM

Elementos del emblema

La imagen de la Virgen María: porque viéndola a ella recordamos la importancia de tenerla como modelo de vida, para agradar a Dios.

Las doce estrellas: En la Biblia, el número doce tiene el significado de “elección” y es utilizado en el Antiguo Testamento para designar al Pueblo de Dios (número de Tribus). Nosotros somos ese pueblo, ahora el Nuevo Pueblo, que se constituye en virtud de la sangre del Hijo de María Santísima, nuestro Salvador, Jesucristo. Al mismo tiempo, es el número de estrellas con las que el autor del Apocalipsis describe a la Mujer del capítulo 12, texto con interpretación mariológica (además de la eclesial).

El lirio: Ya en el siglo VII, el Venerable San Beda (673-735) comparó a la Santísima Virgen María con el lirio blanco, simbolizando los pétalos la pureza virginal de su cuerpo, y sus doradas anteras, el resplandor de su alma. A principios de 1900 el lirio se convirtió en un adorno común en las iglesias y hogares en la temporada pascual y comenzó a ser utilizado comúnmente en las pinturas y representaciones de la Resurrección. En verdad, la flor se presta fácilmente como un símbolo apropiado de la Resurrección.

Al ser una flor que representa tanto a Jesús, como a María, queremos pues, simbolizar el misterio de la Encarnación, por el cuál, están indisolublemente unidos, y enfatizando así, que “El fin último de toda devoción debe ser Jesucristo, Salvador del mundo, verdadero Dios y verdadero hombre” (San Luis María Grignion).

  • Lema
    "Servientes sicut Maria"